domingo, octubre 26, 2014

Informática en el Festival de Sitges 2014


Ha terminado el Festival de cine fantástico de Sitges 2014, y toca analizar lo vivido. Normalmente me centraría en las películas de corte ciencia ficción o similar pero, lamentablemente, todo queda eclipsado por el desastre ocurrido a la hora de la compra de las entradas.



Otros años, la compra de entradas para las películas se realizaba a través de servicios que se dedicaban a ello durante todo el año, incluyendo grandes eventos. Por ejemplo, el año pasado por el de Caixa Cataluña, teleentradas. Tenía sus formas peculiares de localizar los eventos, y de mostrarlos, pero el resultado era aceptable, y los usuarios se podían acostumbrar a ello, incluso a la complicación de recuperar el PDF de las entradas...

Sin embargo, este año han optado por un servicio personalizado, o eso parece:
  1. Cuando quieres entrar, primero te pone en cola, te muestra tiempo estimado para entrar y,... a esperar.
  2. Luego introduces tus credenciales, o las reutiliza si las tiene de anteriores sesiones / fracasos
  3. Entonces, te avisa del tiempo máximo que se te concede para realizar la compra (10 -12 minutos). Y dicho tiempo comienza a bajar inmediatamente
  4. Por más que sigas añadiendo entradas a la cesta, el tiempo sigue bajando inexorablemente. Da igual si cada vez que realizar una operación tarda 3 o hasta 5 minutos en cargar la siguiente página
  5. Cuando queda poco tiempo ( 5 minutos), decides ir a pagar lo que llevas elegido y, para sorpresa, el tiempo sigue bajando. Algo debe ser especialmente doloroso en este paso, que tarda aún más en cargar la página
  6. Volver a la página de espera en cola (paso 1)
Con lo que al final, nos encontramos con un montón de gente que ha estado consumiendo recursos, seleccionando compras, ilusionándose,... para luego que no haya valido para nada, ni para el cliente ni para el vendedor.
Hubo quejas por Twitter, también gente que estaba contenta porque lo habían logrado, y gente de la organización diciendo que estaban hablando con los de la web de ventas.
Por un lado, demuestran que sabían que había riesgo de avalancha el primer día de puesta a la venta de las entradas, pero por otro lado toman unas decisiones cuando menos, discutibles.
Lo de la espera para entrar no sería problema si luego te garantizara un comportamiento aceptable y la seguridad de que podrías completar la operación
En otras web de compras, el contador de tiempo se pone al máximo cada vez que añades un nuevo item al carro.
Y, desde luego, como vendedor, una vez que alguien dice "pagar", debería tener máxima prioridad, ¿o no?

Por si todo este "problema" no fuera suficiente, también la usabilidad fue manifiestamente mejorable. Tanto en esta edición como en anteriores, desde la sección de "entradas" se podía ver información referente a las entradas, precio, tipos,... y un enlace para poderlas comprar. En años anteriores, dicho enlace abría la web de venta de entradas. Sin embargo, este año llevaba a la misma página de Festival, y ¡ya esta! Por más que se mirara, no había forma "obvia" de comprar las entradas.

Resulta que, para comprar las entradas, había que bajar en la página (no se veía a la primera) y, en un cajetín "tipo publicidad" se tenía acceso a la compra y gestión de las entradas.
Si tu negocio depende de acabar vendiendo abonos o entradas, el acceso a dicha sección debería merecerse una página propia y, fácil de llegar a ella desde cualquier lugar.

Otro problema que me encontré fue el manejo de las entradas a la entrada, valga la redundancia, del cine. En teoría sólo valía impreso en PDF, algo arcaico teniendo en cuenta que van con un código único de un único uso, pero había gente que llevaba algo en el móvil y también pasaba, no sin que costara horrores a los que atendían a la entrada que el aparato lo leyera correctamente.
Y algún problema debían de tener dichos lectores de códigos, puesto que no señalaban lo suficientemente bien que una entrada no era válida para la sesión en curso. Casos vi de gente que pasó enseñando entradas para otra sesión por error.

Cine
Volviendo a lo que más nos interesa, el cine, de entre las películas que había en cartel, destacan por su tratamiento futurista Young ones, Automata, Space Station 76 y The last days on Mars.

Young ones destaca por ser un tipo de historia "del oeste", en un futuro relativamente cercano, donde la tecnología es sencilla y esta muy incorporada en el día a día de los ciudadanos.
Los protagonistas, dedicados a llevar mercancías a lugares mal comunicados, emplean para ello un burro.Cuando dicho animal muere, es sustituido por un robot de carga. No habla, no se queja, sin interacción con los humanos, pero va a donde se le indica, y lleva la carga por terrenos complicados.

Young ones - Llevando carga en burro
Young ones - Llevando carga en burro

Young ones - Llevando carga en un robot
Young ones - Llevando carga en un robot

Parece todo muy obvio y natural, pero dicho tipo de máquina es todo un logro. Ya no hablamos de moverse por terrenos asfaltados, ni por escaleras de dimensiones conocidas, sino de moverse por terrenos complicados, donde un humano también lo pasaría mal, mantener el equilibrio, seguir cumpliendo su labor llevando cantidades de peso muy diferentes,...
En la propia película se mencionan sus sensores de distancia con el entorno que lo rodea, pero es que también recibe golpes laterales, empujones, disparos,... y llegado un momento, es capaz de atravesar de motu propio un basto terreno hasta llegar a un punto predeterminado, ante ciertas circunstancias. ¡todo un logro de relación con el ambiente que lo rodea!

Pero aparecen otros avances muy interesantes, como un móvil con una pantalla desplegable, no pareciendo holográfica.
Young ones - móvil con pantalla abanico
Young ones - móvil con pantalla abanico
Ya hay pantallas flexibles como las que han mostrado LG o Samsung pero este modelo mostrado, ¿podría ser una pantalla enrollable? Eso sí que sería flexibilidad y muy delgado. Lo podríamos poner en un posible futuro cercano ;-) y resolvería el problema actual de tener el móvil con la pantalla quebrada y, aún así, en uso.
Otro elemento que aparece, casi sin importanciam es un sistema de motores, sin llegar a ser exoesqueleto, que ayuda a una mujer a moverse, a veces, por un hospital.
Young ones - sistema de soporte al movimiento
Young ones - sistema de soporte al movimiento
Este tipo de sistemas es complejo. ¿Cómo se le indica que se quiere uno mover y nos tiene que ayudar? ¿y cuanto? Sin embargo, se esta avanzando mucho en este terreno, a pesar del fiasco visto en la inauguración del mundial de futbol de Brasil.

Otro elemento que aparece, y que ya es casi una realidad, es un "drone" que lleva carga. Tenemos ejemplos de Amazon o Google.
Young ones - drone de carga autónomo
Young ones - drone de carga autónomo


Space Station 76 sería un ejemplo donde se quiere mostrar tecnología con la falsa apariencia de estilo años 1970. Una mano biónica con aspecto a control de Nintendo, unas pantalla de ordenador con gráficos muy simplificados, robots muy modernos por dentro pero de apariencia de película de serie B años 1950.
Por ejemplo, la pared con los controles de la estación espacial, el ordenador,... parecía la típica zona llena de lucecitas y bips de hace muchos años.

Space station 76 - paneles de control
Space station 76 - paneles de control

Space station 76 - pantalla de ordenador
Space station 76 - pantalla de ordenador
La pantalla de ordenador también recuerda el estilo vectorial de Star Trek la serie original, o de Tron, incluso. Muy sencilla, tanto en composición como en color. Aunque, lo cierto, es que no necesitaría más para ser útil. Muchas veces nos esforzamos los desarrolladores y diseñadores de interfaces en poner más y más componentes en pantalla, más y más llamativos, cuando algo sencillo puede ser tanto o más efectivo.
Otro elemento que aparece mucho en la película son los robots. Se parecen mucho a los de cine de los años 50, pero en tamaño reducido.
Space station 76 - Robot doméstico
Space station 76 - Robot doméstico

Space station 76 - Robót psicólogo
Space station 76 - Robot psicólogo

Unos son robots domésticos para moverse por la "casa", y realizar tareas cotidianas de ésta, llevando cosas, colocando, avisando,... Los otros son una especie de psicólogos, que intentan ayudar a los ciudadanos de la estación con sus problemas psicológicos, aunque en la película las conversaciones son de lo menos útil.
Automata es una película en la que había muchas esperanzas. Presupuesto razonable, elementos de Bladerunner y de Yo robot, un protagonista conocido, un argumento atractivo,... Pero no acaba de cuajar.
Primero, en vez de las 3 reglas de Isaac Asimov, pasan a 2 protocolos, para controlar a los robots:

1er protocolo: un robot no puede herir ninguna forma de vida
1er protocolo: un robot no puede herir ninguna forma de vida

2o protocolo: un robot no puede alterarse a si mismo o a otros
2o protocolo: un robot no puede alterarse a si mismo o a otros
 Y la clave está en este 2º protocolo, ya que significa que ningún robot puede auto-repararse, ni reparar a otro (algo que podría aligerar el trabajo humano), aunque tampoco nadie puede arreglar un robot si no es la fábrica que lo creó.
Enseguida vemos a algún robot que se puede reparar a sí mismo.
Robot auto reparándose
Robot auto reparándose
El leit motif de la película esta en que aparecen robots que se puede reparar a si mismos, lo cual es inadmisible y da auténtico terror a los "expertos" en robots.

En cualquier conversación donde aparecen robots autónomos, o los nuevos coches autónomos, se mencionan las 3 reglas de Isaac Asimov, en experimentos recientes se ponen en duda dichas reglas como: "si 2 personas van a morir si no hacemos nada, ¿a quién salvar? ". Pero esta nueva regla, la de la "no reparación" parece rara. 

Por último, aparece un toque retro. En lugar de comunicarse mediante mensajería instantánea, teléfono, correo electrónico,... varios personajes se comunican entre ellos con algo que parece un fax y, no contentos con ello, el aparato monta un escándalo típico de las impresoras matriciales.

Correo electrónico en papel
Correo electrónico en papel

En resumen, aunque no había muchas películas de ciencia ficción, o futuristas (la ganadora, I origins, ¿entra en esta categoría?), si que había alguna, con un cierto interés. Diferentes formas de integrar la tecnología pero, lo más importante, ya no vista como un elemento principal, sino que se integra suavemente en la forma de vida de los personajes.
Se atisba una tendencia a películas de ciencia ficción de bajo presupuesto, sobre futuros cercanos y con los desafíos personales que puedan surgir de la relación hombre - tecnología. La convivencia con nosotros y que, al aumentar su importancia e interacción, puedan ser responsables / culpables / salvadores de nuestras vidas ;-)

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